miércoles, 4 de febrero de 2009
CON FRANCO VIVI(RÍ)AN MEJOR
Con la primavera llegan las efemérides, y la crisis, que se nos ha ido a Londres para que los superpoderosos la metan en vereda, nos da un poco de margen para recordar aniversarios y lamentarnos por lo que aún falta por hacer para dar cumplimiento a la ley de la Memoria Histórica.
Hace 70 años que acabó la Guerra Civil, y hace 30 que la democracia se instaló en el Ayuntamiento. Dos aniversarios que nos deben hacer reflexionar sobre la pendiente restitución de la dignidad a una parte de nuestra sociedad, perdida hace 70 años, y que en 30 aún no se ha recuperado plenamente.
Tenemos ejemplos recientes de estos comportamientos que nos hacen pensar que 30 años no es nada, que harán falta 40 de convalecencia para sanar de los 40 de dictadura:
- Don Carlos edita y prologa con sentidas alabanzas un libro, 'España, sueño imposible', de un coronel fascista ya fallecido, un insulto a la verdad histórica y una provocación a cualquier demócrata, y el señor Mulet lo defiende amparándose en la libertad de expresión. El Ayuntamiento de la ciudad, sin ningún tipo de vergüenza, calla y otorga.
- Próceres de la dictadura, con Franco a la cabeza, su cuñado Serrano Súñer; José Antonio y su hermana Pilar, Herrero Tejedor, los generales franquistas Aranda, Abriat y Enrique Serra mantienen sus condecoraciones y medallas, sus nombramientos de alcades honorarios e hijos predilectos de la ciudad y el PP se opone a que les sean retirados dichos honores.
- En un pleno del Ayuntamiento, a un afiliado del PP entre el público se le revuelven las tripas cuando se pide por la oposición la retirada del libro en cuestión y suelta aquello de 'que venga Tejero'. El señor alcalde lo encubre y, con este gesto, lo ampara.
- La comunidad educativa del colegio Serrano Súñer se moviliza, por fín, para que el Ayuntamiento cambie el nombre del centro y nos salen con que este Serrano no es Ramón, que es Fernando, su hermano. Pues sí, se trata de Fernando Serrano Súñer, hermanísimo del cuñadísimo. El 20 de noviembre de 1941, con motivo del aniversario de la muerte de José Antonio, inauguró el grupo escolar que lleva el nombre de su hermano, descubrió una placa en el Grao con el nombre de su padre, ingeniero que participó en las obras del puerto, y, en sesión extraordinaria, el Ayuntamiento le ofreció el título de Alcalde Honorario. Todo en un día.
- Don Ramón, exquisito simpatizante y colaborador del nazismo, organizador de la División Azul, murió hace cinco años y ya no nos visita. A su funeral acudió, como era de esperar, el entonces alcalde José Luis Gimeno, en representación de 'toda' la ciudad, a honrarle en su muerte y expresarle un último reconocimiento.
- Quedan un sinnúmero de símbolos, pequeños y grandes, nombres de calles, placas y emblemas fascistas repartidos por la ciudad, y ahí se quedarán hasta que otro gobierno municipal los retire.
La derecha dirá, como siempre, igual que decía Rouco, que no hay mejor remedio que un analgésico olvido; que este país de crisis no es lugar para viejos recuerdos. Pero todos sabemos que la derecha, y significadas personas del PP, no quiere cumplir con lo mandado en la ley porque en el fondo, con Franco, vivían mejor y, si aún coleara, vivirían de narices.
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