martes, 5 de mayo de 2009

TRAM: FRACTURA Y DISCORDIA


La razón de ser, la finalidad primera de un trolebús, como cualquier otro medio de transporte colectivo, es la de facilitar y mejorar la comunicación; es la de acercar, la de unir a las personas. Si se trata de un proyecto de mayor envergadura, como el del TRAM, mayor énfasis debería ponerse en estos requisitos.

Por el contrario, el proyecto del trolebús guiado por Castellón se ha convertido ya en el proyecto de la discordia política, de la fractura social, del atropello cultural, conservacionista y patrimonial.

El Partido Popular en el gobierno de la ciudad y en el Consell debe tener muy poderosas razones para haberse embarcado en un proyecto que genera tanta repulsa, que les obliga a desoír informes de cualificados órganos consultivos y a vulnerar preceptos legales. ¿Qué intereses se esconden detrás de tal decisión? No se han explicitado, ni se incardinan en un proyecto de ciudad. Sería infantil que el empecinamiento fuera por oposición al proyecto de movilidad de los socialistas con el tranvía como opción; y resulta malpensado barruntar otro tipo de compromisos. El silencio de los gobernantes infunde todo tipo de temores.

Solamente tienen un único punto de apoyo: la mayoría absoluta que les ha otorgado una mayoría silenciosa que prefiere mirar hacia otro lado, callando y, al hacerlo, otorgando. Por el contrario, a la minoría que se opone a este desatino sólo le asiste la voz de la razón, de las razones jurídicas, culturales y preservadoras de un patrimonio cultural y natural que es uno de los pocos baluartes que ofrece la ciudad: el parque Ribalta, su entorno y el centro histórico.

Un trolebús atravesando la ciudad por el medio, desde el Grau hasta la UJI, partiendo en dos el centro histórico y el parque, atentando contra los valores patrimoniales, no se sostiene ni por razones de extrema necesidad de movilidad. Y hasta ahora hemos visto cuál es su nivel de utilización.

Por tanto, y para evitar una mayor degradación de la ciudad, modestamente exigimos:

1.La inmediata paralización de las obras.
2.La apertura de un proceso de información y análisis para concitar el máximo de consenso político y social.
3.La propuesta de un trazado alternativo para su estudio técnico y presupuestario.
4.El establecimiento de un calendario de ejecución acorde con el esfuerzo inversor.
5.El análisis conjunto con los ayuntamientos de los municipios colindantes para ofrecer fórmulas de ampliación que rentabilicen al máximo el dinero de todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario