lunes, 23 de febrero de 2009

CURSO ACELERADO DE SEMÁNTICA POLÍTICA (1)


La lengua es algo vivo, dicen los lingüistas; crece y se transforma adaptándose a los aconteceres del espacio donde se desenvuelve, sirviendo de vehículo y soporte de las nuevas realidades.

En ocasiones, los movimientos culturales y los avances tecnológicos han sido los referentes de estos cambios; en otras, son los medios de comunicación y la actualidad política y social los acuñadores de la regeneración.

Los acontecimientos políticos de estas últimas semanas han sido tan tumultuosos que, cual mar embravecido, han arrojado a la costa residuos en forma de términos y frases que nos hablan de batallas, quizá de naufragios. Algunos son nuevos; otros son viejos vocablos que resurgen ampliando el campo semántico inicial.

Sirva también, humildemente, este blog de 'Tertulians' para poner al día nuestro vocabulario, con una sección que iniciamos hoy y que iremos ampliando al ritmo de las mareas.

“A dedo”. Aplicado normalmente en los procedimientos de la administración pública, dícese de la actuación del responsable político que adjudica un puesto de trabajo o un contrato saltándose los principios de legalidad, tales como la información pública, la libre concurrencia o la igualdad ante la ley. Todas estas actuaciones tienen un interés concreto, manifiesto o no, y se dan con mayor asiduidad cuando se concitan la falta de ética política, la ausencia de controles y la presión por intereses espurios de particulares.
Ejemplos sonoros son: el nombramiento del hijo de Font de Mora en un puesto de la Ciudad de la Justicia; la adquisición de esculturas en Castellón, o el contrato a Orange Market por parte de Vearsa, del conseller Blasco, de una campaña de sensibilización de más de 168.000 euros.

“Foto-fuerza”. Recurso mediático utilizado por el PP para arropar al líder, en un intento de diluir responsablidades individuales en el grupo. Supuestamente originario del entorno valenciano, obliga a todos los presentes a salir en la foto en la actitud adecuada, bien con rostro compungido o en exultante aplauso, de tal forma que si alguien no sigue el patrón es inmediatamente eliminado (de la foto). Tiene su origen en las teorías psicológicas que explican los beneficios de los comportamientos gregarios o de pertenencia, pero tiene como contrapartida que quien observa la imagen de conjunto puede también visualizar los componentes y exclamar maliciosamente: “¡Cómo no, éste también está!”
Puede verse este tipo de foto-fuerza con ocasión de comunicados más o menos recientes: Rajoy con toda su plana mayor, Camps con su gobierno o las fuerzas vivas del PP provincial con Fabra al frente.

Próxima entrega:
“Mojarse”
“Obsceno”
“Poner la mano en el fuego”

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